Pioneros de la informática: El trabajo de la Universidad de Chile que dio origen a la primera página web de Latinoamérica

José Flores fue el estudiante de pregrado responsable del proyecto que culminó con el desarrollo de la primera página web de Chile y Latinoamérica. Hace 25 años, un proyecto impulsado por un estudiante de pregrado de la Casa de Bello creó la primera web nacional, uno de los hitos que marcó la inserción de Chile en la World Wide Web (WWW). La visionaria propuesta fue gestada en el Departamento de Ciencias de la Computación, unidad que durante la década de los '80 y '90 fue protagonista -junto a otros equipos de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas- de avances como el envío del primer correo electrónico, el registro del dominio .cl y la primera conexión a internet.

10 de diciembre de 2018

Por Cristian Fuentes Valencia
(Prensa UChile)

La primera incursión de Chile en el mundo de la informática a nivel científico estuvo dada por la adquisición del Standard Elektrik Lorenz ER-56 por parte de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) en 1962, el primer computador digital para aplicaciones científicas y de ingeniería instalado en el país. El equipo, más conocido como "Lorenzo" por los académicos y estudiantes de esta unidad académica, impulsó el desarrollo de esta disciplina a nivel nacional y dio origen a la formación de los profesionales y especialistas de la Universidad de Chile que durante la década de 1980 y 1990 posibilitaron el envío del primer correo electrónico, en 1985; la realización de la primera conexión a internet, en 1987; y la creación de la primera página web latinoamericana, en 1993, entre otros grandes hitos.

José Flores fue el estudiante de pregrado responsable del proyecto que culminó con el desarrollo de la primera página web de Chile y Latinoamérica hace 25 años. La visionaria propuesta fue gestada en un taller liderado por el profesor José Miguel Piquer, Premio Nacional de Telecomunicaciones 2015 y uno de los protagonistas de los pioneros adelantos impulsados por el Departamento de Ciencias de la Computación y otros equipos de la FCFM durante la década anterior. "La idea era que mediante distintos elementos gráficos fuera la página de Chile ante el mundo, pero cuando José Flores presentó su iniciativa la verdad es que no visualicé la utilidad que esta aplicación podía tener en ese momento, ni tampoco la enorme proyección que este desarrollo tendría en relación a lo que es actualmente la internet", señaló el académico.

La historia detrás de este proyecto, ideado a cuatro años del nacimiento oficial de la World Wide Web (www), fue destacada este lunes 10 de diciembre por La Tercera. "José Flores me mostró Mosaic, que fue el primer navegador, como lo es hoy Chrome. Luego vimos un sitio web afuera y no me impresionó para nada. En primera instancia, sentí que esto no aportaba en nada al desarrollo tecnológico. ¿Quién iba a querer estás páginas con imágenes y gráficos? Era un montón de cosas que ya sabíamos hacer, pero por separado. Esto lo integraba todo", comentó el profesor Piquer al medio.

El académico explicó además que la iniciativa surgió como un trabajo en el que los estudiantes debían proponer proyectos que estuvieran vinculados a sistemas y administración de servidores. Según relata, a seis años de la creación del dominio .cl en el Departamento de Ciencias de la Computación (hoy NIC Chile) y a cuatro de la primera web, el objetivo de Flores era replicar lo que se estaba haciendo en Estados Unidos en esta materia, aprovechando el nuevo desarrollo tecnológico. "Fuimos pioneros y muy rápido, lo hicimos casi al mismo tiempo que Canadá, por ejemplo", sentenció. Esta innovación permitió que un año más tarde el Sistema de Servicios de Información y Bibliotecas (SISIB) creara el sitio web institucional de la U. de Chile en la dirección www.uchile.cl

Profesionales para el futuro

José Miguel Piquer plantea que este y otros hitos que antecedieron y sucedieron a la creación de la primera página web latinoamericana fueron producto de una preocupación institucional y un entorno motivado por generar nuevas soluciones que permitieran contribuir al desarrollo del país. "Los múltiples avances que se alcanzaron, desde la instalación del computador Lorenzo en adelante, son el resultado del trabajo de distintos académicos, estudiantes y equipos, que incluso a veces competíamos respecto a los alcances y el impacto de cada una de nuestras líneas de trabajo. Finalmente, todos contribuimos al desarrollo de adelantos que significaron generar las condiciones tecnológicas que el país requería y formar a los profesionales y especialistas que pudieron asumir la revolución que la computación y el internet ha significado en la vida cotidiana de las personas desde la década de 1990 en adelante", enfatizó.

"Estas experiencias nos sirven para reafirmar ante la ciudadanía la utilidad que tiene la ciencia y la tecnología. Estuvimos formando gente unos diez años antes de que la demanda de verdad existiera en esta área. Tenemos que demostrar que la investigación en ciencia se traduce finalmente en desarrollo económico para el país. Ese camino entre el conocimiento y el desarrollo económico y social es lo que nos ha faltado explicitar. No hemos logrado convencer ni a los políticos ni a la sociedad que la ciencia no es una especie de lujo que uno se da cuando la plata sobra, sino que es la base del desarrollo futuro del país", afirmó respecto a los desafíos actuales de Chile en un contexto restrictivo del presupuesto dedicado a ciencia y tecnología.

En este marco, además, especificó que la Universidad de Chile y todas las instituciones dedicadas a la ciencia y a la formación en esta disciplina tienen un gran misión frente a los desafíos que representa la informática y las tecnologías de la información y las comunicaciones. "Estos avances se han vuelto una pieza clave del desarrollo y del futuro de la sociedad, más allá de la ingeniería. Están cambiando nuestras vidas y, por lo tanto, Chile necesita tener más profesionales y científicos en el área, porque viene una revolución gigante en torno a estas tecnologías y debemos estar preparados no sólo para poder operarlas, sino también para ser actores relevantes en el contexto regional y global". La seguridad y privacidad de los datos, el alcance de las redes sociales o la utilización de la informática en procesos eleccionarios son algunos de los ejemplos que el profesor Piquer destacó en relación a la trascendencia que esta materia continuará teniendo a futuro.

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